viernes, 20 de diciembre de 2013

Exploración de mi propio lenguaje escrito

Este ejercicio lo enfoque partiendo desde varios puntos de vista para de ahí observar donde finalmente me llevaba esta nueva exploración. Debido a mis trabajos anteriores me he ido inclinando hacia lo que es la iconografía asiática. Empece a declinarme más por la japonesa pero indagando un poco llegamos a la raíz de este idioma escrito, la cual resulto ser la escritura china. 

Este idioma escrito como bien sabemos es muy complejo y tienen muchos caracteres y declinaciones (si queréis saber un poco más recomiendo ver este video) lo cual hace muy difícil su aprendizaje incluso para los mismos Chinos. De todo este universo de conocimiento llamo mi atención que su escritura, a diferencia de la nuestra, se basa en la abstracción de las palabras hechas figuras en vez de ser sonidos hechas figuras como es el caso de los idiomas occidentales. Lo que me hizo pensar:

¿Si cada persona dibujase lo que para ellos significa un árbol, como sería ese icono?
¿Puedo crearme mis propios símbolos escritos?
¿El resto de las personas podrán leerlo?
¿Se refleja en estos iconos el significado psicológico de lo que para mi significa cada una de las palabras?
¿Cual es la mejor manera de empezar un experimento como este?
  
Eran muchas interrogantes y muchas respuestas por dar, así que partí de escoger los instrumentos adecuados para escribir una carta que no tenía la menor idea de cómo iba a lucir. (CONTINUA TEXTO MÁS ABAJO) 

Instrumentos utilizados: 

Preparada para realizar algo me tuve que fijar un objetivo escrito controlable para examinar por donde se decantaba el ejercicio, por lo que decidí que escribir una carta a mi hermana como a principios del siglo XX se hacia, con pincel y papel. 

El segundo paso fue escoger lo que le he iba a escribir, por lo que se me ocurrió escribirle lo que me había pasado en estos últimos tiempos utilizando palabras clave y combinándolas entre sí. 

Al realizar este paso descubrí que la psicología influye mucho en cómo uno refleja gráficamente un significado. Me gusto mucho redescubrirme en los gráficos ya que creo que reflejan mucho lo que siento a manera de pictogramas. Fue además revelador ver que mis exploraciones gráficas de los hormigueros me han influidopara poder realizar este nuevo idioma. Es por ello que decidí dibujar 11 palabras clave las cuales son estas: (CONTINUA TEXTO MÁS ABAJO) 

Iconografías de palabras que me he inventado:









Llegados a este punto solo hizo falta empezar a explorar y escribir cartas para mi hermana con mi nuevo lenguaje escrito y ver finalmemte que es lo aparecía en el papel....(CONTINUA TEXTO MÁS ABAJO)  

 Cartas para mi hermana:





El poder escribir estas cartas con estos símbolos ha sido de las experiencias más reveladoras que he tenido en mucho tiempo ya que descubrí que:
1) Dependiendo el orden de las palabras los significados pueden variar significativamente.
2) Que muchas palabras al expresarlas cómo iconos pueden estar incluirse, extraerse, suponerse o intersecarse entre sí para dar nuevos significados. 
3) Que la variación del tamaño no influye ni cambia el significado de la palabra. 
4) El significado es constante.
5) Que es muy divertido. 

Sin embargo no todo es color de rosa ya que me por otro lado me surgieron limitaciones:
1)  Que para poder escribir una carta más larga necesitaba más palabras (por tanto más iconos),
2) Así como un instrumento más fino que el pincel para que me entrará en un formato el cual pueda enviarlo por correo (siempre pensando en cómo nos comunicábamos antes del internet)
3) Que muchas combinaciones de palabras tenían que hacerse de manera muy fidedigna ya que si no podía confundirse y dar a entender otro significado. 

Conclusión: Si bien este ejercicio ha sido de lo más divertido siento que aún no llega a un punto que me permita darme a entender a los demás claramente. Supongo que todo es cuestión de seguir explorando...



Autoevaluación de la asignatura

Al principio de la asignatura debo reconocer que andaba bastante perdida ya que mis referentes y técnicas adquiridas en dibujo son las clásicas que enseñan en cualquier escuela o clase de arte, 0% improvisación, 0% experimentación, la casa se dibuja con un triángulo encima y el resto es un cuadrado. Por lo cual es bastante lógico que al principio mis dibujos experimentales fueran de esta forma:

Sin embargo las siguientes clases me sirvieron para que tanto mi mente y cuerpo rompan con los cánones previamente adquiridos y aceptados como verdad absoluta sobre lo que podía ser arte. Descubrí que toda técnica es válida siempre y cuando te ayude a trasmitir una idea. Empecé mi experimentación utilizando carboncillo para poder trazar con sus diferentes grosores según la presión que se ejercía sobre ella. Trazar sobre papel plegado también me hizo experimentar sobre algo que no controlaba sencillamente porque no puedes predecir tu dibujo, aunque me hubiese gustado que le dedicáramos un poco más de tiempo a este tema en vez de otros.

Sin embargo, la experiencia que más disfrute en clase fue cuando empezamos a experimentar con el cuerpo y dibujar nuestras sensaciones sobre temas abstractos como por ejemplo: suave, vectorial y tembloroso. Por unos minutos encarne a un vector y quise sentir la velocidad y direccionalidad. Si bien es cierto que el aula de dibujo es una de las más grandes de la facultad, creo sinceramente que para poder realizar bien este ejercicio se debe realizar en un espacio que no tenga límites ya que cuando realice estos movimientos muchas veces me tropezaba o con un compañero de clase o con un muro del aula. Aun así creo que logré plasmar lo que sentí con esta experimentación corporal y sobre todo a liberar más mi mente y cuerpo para los siguientes ejercicios.
Un ejercicio que aún me ha dejado desconcertada es el cual experimentamos la topografía de nuestro rostro con nuestras manos. Si bien al principio de clase siempre me costaba más soltar mi mente ya que llegaba del “mundo de normas” después de mucho dibujar, llegue a un punto donde mi dibujo hecho con bolígrafo lila vislumbro un sabor a lo que hacía Giacometti. El sinsabor que me genero esto fue que aún no estoy segura si el dibujo me salió de esa manera por el instrumento que utilice (en este caso el bolígrafo) o si fue porque antes de clase había investigado a Giacometti y su obra gráfica. Para poder llegar a una conclusión más certera sin duda requeriría mucho más tiempo de exploración y lamentablemente por la velocidad con la que llevamos la asignatura no lo pude terminar de desarrollar.  
 

La segunda parte del cuatrimestre la he dedicado al ejercicio del atlas. Este ejercicio  me ha permitido investigar e indagar a artistas contemporáneos muy interesantes como Jhon Cage y el movimiento artístico de los años 60, el cual tuvimos la oportunidad de ir a una exposición en el museo Reina Sofía.  Los trabajos fueron realizados a raíz de una serie de procesos basados en cuestionar temas cotidianos  los cuales rompieron con muchos esquemas en aquella época y han perdurado hasta tiempos actuales. Con estos ejemplos fui a explorar con nuevos ojos La Dehesa de Navalcarbón al norte de Madrid y descubrí que junto a los caminos que existían en el parque existían otros sub-caminos que tenían sus propias rutas. Estos nuevos caminos llevaban a hormigueros los cuales se podían apreciar en toda la Dehesa si se miraba con detenimiento. Me fue tremendamente interesante darme cuenta que estas pequeñas fortalezas estaban construidas en muchas pequeñas ramas, que en su conjunto formaban un todo.


Esta experiencia me hizo querer explorar sobre cómo unos pequeños trazos podían componer un todo y el  cómo varios elementos podían formar una composición. Estos primeros dibujos los hice a través de una tableta de dibujo y me pareció una experiencia de lo más enriquecedora ya que jamás había explorado en crear algo directamente por ordenador y creo que estuvo bastante bien para tener un primer acercamiento.




Sin embargo esa exploración llego a un punto muerto ya que si bien descubrí que cuando dibujaba los hormigueros emulaba los caracteres de la caligrafía japonesa (aún no sé si fue por influencia de John Cage), el lápiz del ordenador no me daba la flexibilidad deseada pasando de ser un beneficio a una dificultad técnica. Pasado este punto los collages pasaron a formar parte de una exploración que me permitió componer estas caligrafías como si fuesen una partitura/lectura de algo que aún no sabía leer. Si bien pude seguir con esta exploración trate de experimentar un poco tratando de imaginar espacios subterráneos como si se tratase de una sección arquitectónica y la experiencia hizo que llegase a ningún puerto por lo que decidí retroceder en mi exploración y así seguir avanzando.








Para concluir puedo deducir de todo el trabajo que he realizado en este cuatrimestre es que para llegar a un objetivo creativo no hace falta solo una idea, si no la exploración con todos los instrumentos posibles para poder trasmitir esa idea. El trabajo realizado me ha enseñado que para dar un solo paso en la dirección del descubrimiento he tenido que pasar cientos de pasos erróneos. Esto sin duda es un sentimiento que lo he visto compartido y reflejado en todos los compañeros de la clase, lo cual me hacía sentirme acompañada de cierta manera y eso me reconfortaba para seguir en mi camino de exploración.

Lo irónico de todo es que si bien he seguido explorando en mi búsqueda de nuevos lenguajes compositivos siento que no hay un final y no tengo una sensación de satisfacción artística. Ahora mismo dudo que se pueda llegar a esa sensación de plenitud creativa, aunque por otro lado si creo que he dado un un paso adelante hacia alguna dirección y espero que sirva de algo y para alguien que quiera seguir explorando esos caminos al lado de los caminos hechos por esta sociedad que nos han llenado de normas.